Guernica/Gernika

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“Bombardeo”. Dibujo del niño Carlos García, 9 años. Colonia familiar de Puebla Larga (Valencia) (s.f. 1937-1938). © BNE (Dib/19/1/724)

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Guernica tras el bombardeo de 26 de abril de 1937 © CDBG-FMPG

Como escribe Joanna Bourke, “la primera gran demostración del poder de la aviación para diezmar a la población civil se produjo con el bombardeo de Guernica”.

(La Segunda Guerra Mundial. Una historia de las víctimas. Barcelona, Ediciones Paidós Ibérica, 2002, p. 29).

A finales de marzo de 1937, el Ejército del Norte inició la campaña contra Vizcaya donde se concentraba la mayor parte de la producción de hierro, carbón, acero e industrias químicas del país.

La ofensiva del País Vasco comenzó el 31 de marzo, cuando tuvo lugar el bombardeo de Durango por aviones de la Aviazione Legionaria italiana y la Legión Cóndor alemana. La población abierta e indefensa sufrió un “bombardeo en alfombra”, que había tenido precedentes en noviembre de 1936 en el bombardeo contra la población civil de Madrid y, en febrero de 1937, en el de la columna de refugiados civiles que huían por la carretera de Málaga hacia Almería, entre otros.

La campaña prosiguió con el avance de las tropas franquistas hacia Bilbao y el bloqueo de esa ciudad, cuyo control era esencial por su posición estratégica, sus fábricas de armas y su industria pesada. Fue tomada en junio de 1937.

El 20 de abril se reinició la ofensiva sobre Vizcaya. El 26 de ese mes tuvo lugar el bombardeo persistente por la aviación alemana e italiana de Guernica situada a 15 kilómetros de la línea de frente más cercana. Contaba con 5.630 habitantes además de refugiados, pacientes en los hospitales y soldados en retirada. Era una ciudad abierta sin defensas antiaéreas o terrestres.

El centro de la población quedó envuelto en llamas, no así la Casa de Juntas, la Iglesia de Santa María y los restos del viejo roble y del nuevo árbol alejados del centro. Tampoco resultaron dañadas las tres fábricas de armas que estaban a las afueras porque así lo decidió el mando aéreo. En una de ellas se fabricaban bombas incendiarias similares a las que se lanzaron contra la ciudad, lo cual no deja de ser una paradoja más de las muchas que entraña la barbarie inherente a toda guerra.

La cifra de fallecidos a causa del bombardeo es difícil de determinar. Según el Gobierno Vasco el número de muertos fue de 1.654.

El ataque tuvo una repercusión internacional inmediata y se utilizó de manera propagandística por las partes contendientes. Durante años sus motivaciones y responsabilidades han estado envueltas en la polémica y los historiadores han diferido en la interpretación de los hechos.

El bombardeo de Guernica se convirtió en un símbolo de los horrores de la guerra moderna, que utiliza la aviación para masacrar a la población civil y desmoralizar al militar enemigo que lucha en el frente.

También contribuyó a acelerar el proceso de las evacuaciones de niños solos hacia colonias en zonas seguras de retaguardia o al extranjero, con el apoyo del Gobierno de la República y del Gobierno Vasco y de organizaciones de ayuda humanitaria nacionales e internacionales.

El cuadro de Picasso, “Guernica”, se erigió en reflejo de la masacre que implica la “guerra total”. Lo adquirió la República Española en 1937 para ser expuesto en el Pabellón Español de la Exposición Internacional de París que se celebró en junio de ese año. La pintura, alegato contra toda guerra, se ha convertido en un icono del arte del siglo XX.

En 1998 el Ayuntamiento de Gernika-Lumo decidió convertir el edificio que albergaba los Juzgados y Correos y Telégrafos en Museo Gernika. En 2003 abrió sus puertas al público como Fundación Museo de la Paz de Gernika con los objetivos de contribuir a la difusión de una cultura de paz y de defensa de los derechos humanos y de dar a conocer y preservar la memoria de la Guerra Civil española y, en particular, de la Guerra Civil en el País Vasco que sufrió más de 1.000 operaciones de bombardeo entre julio de 1936 y agosto de 1937.

Guernica/Gernika