El gueto de Terezín

P.3.3.2. EL GUETO DE TEREZÍN.jpg

Acuarela de Eismannová Zdenka (12 años). Terezín, 1942-1943. © Památník Terezín (12345)  

Terezin.jpg

Niños en el “paradisiaco” gueto de Terezín (1944). Maurice Rossel. © ACICR (V-P-HIST-01160-32) 

En la ciudad de Terezín, las autoridades alemanas establecieron uno de los campos de tránsito y guetos de mayor sufrimiento y muerte primero para los judíos del Protectorado de Bohemia y Moravia y más tarde para judíos de otros países europeos.

Ocurrió en 1941, en el marco de la política antisemita y de exterminio implementada por la Alemania nazi durante la Segunda Guerra Mundial, cuando se crearon guetos, campos de concentración y de muerte para los enemigos del Reich, en base a criterios raciales, étnicos, religiosos, políticos, genéticos o de nacionalidad. 

Hasta 1945, de los aproximadamente 155.000 hombres, mujeres y niños que pasaron por el gueto de Terezín, cerca de 35.000 perecieron por hambre, hacinamiento, enfermedades y ejecuciones, mientras que unos 88.000 fueron deportados a los guetos de Riga, Varsovia y Minsk, así como a otros lugares en la ocupada Europa del Este y a los campos de exterminio de Auschwitz, Treblinka y Majdanek.

Sólo unos 3.800 regresaron. Otros, como el joven checo Petr Ginz, sobrevivieron a través de sus obras, testimonios vivos de tragedias individuales y colectivas:

“Durante un año, he estado atrapado en un agujero horrible;
en vez de vuestras bellezas, solo tengo unas pocas calles.
Como un animal salvaje encerrado en una jaula,
me acuerdo de ti, Praga, cuento de hadas en piedra”
Petr Ginz, Diario de Praga (1941-1942)

En las extremas condiciones del gueto, muchos adultos, ingenieros, gráficos, científicos, intelectuales y artistas, intentaron sobrevivir, preservar la esperanza, y cultivar y transmitir su saber. El gueto albergó actividades culturales y educacionales, dirigidas también a niños que realizaron 4.387dibujos y que perduran a la vida truncada de sus autores.

En 1944, los internados de Terezín fueron testigos y protagonistas de un acontecimiento único hasta entonces en el sistema concentracionario nazi. El doctor Maurice Rossel, jefe de la delegación del Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR), visitó el gueto. Fue la primera visita autorizada a una institución humanitaria durante la Segunda Guerra Mundial.

Para tal propósito, el gueto fue presentado como un “asentamiento judío” autónomo donde los judíos recibían un trato “humanitario”, jugando un papel importante en la propaganda nazi para enmascarar las atrocidades que el Tercer Reich estaba cometiendo en Europa. Tras la visita, Rossel elaboró su informe, en el que señalaba el estado generalmente satisfactorio del gueto, “una ciudad con una vida casi normal”.

Antes de la rendición de Alemania, el CICR volvió a visitar el gueto de Terezin, en abril de 1945. A pesar de algunas acciones puntuales, su labor en favor de judíos y otros grupos perseguidos durante la Segunda Guerra Mundial fue un fracaso.

Tras la liberación del gueto, en mayo de 1945, fueron socorridos unos 30.000 supervivientes y otros prisioneros llegados en los últimos días de la guerra de Buchenwald y otros campos.

En 1947 se creó el Memorial del Sufrimiento Nacional sobre la Pequeña Fortaleza de Terezín que sirvió como prisión de la Gestapo durante la Segunda Guerra Mundial.  Más tarde fue renombrado Memorial de Terezín, un lugar de preservación de la memoria y de conmemoración de las víctimas de la persecución política y racial nazi durante la ocupación del territorio checo.

Terezín